Archivo de noviembre de 2010
La práctica del deporte en los parques públicos es una actividad cada vez más común en las ciudades. Un paseo por esas zonas de ocio permite encontrar infinidad de personas, de variada edad y de ambos sexos, ejercitándose en esos espacios, corriendo, haciendo gimnasia con o sin elementos ad hoc, con bicicletas, practicando taichí o caminando o corriendo por los senderos o circuitos habilitados al efecto. Todos ellos lo hacen con la finalidad de sentirse bien, física y mentalmente, luchar contra el sedentarismo y combatir el temido colesterol y la obesidad, las dos lacras de la sociedad actual. Lo mejor de todo es que cada uno lo hace a su ritmo, según sus posibilidades. Podemos afirmar que es la alternativa natural -y económica- al gimnasio.
A los aficionados a estos deportes urbanos se han ido sumando paulatinamente una legión de personas de la tercera edad que se incorpora al deporte y lo hace en unos equipamientos especialmente diseñados para ellos. Ya no sólo en las ciudades sino que en áreas rurales, exentas de instalaciones deportivas a las que acudir o pequeños municipios sin medios, se están instalando aparatos para reforzar la actividad cardíaca y respiratoria, mejorar la coordinación, la estabilidad, estimular la circulación y desarrollar o restablecer la psicomotricidad. Además se consigue fortalecer y tonificar la musculatura favoreciendo la movilidad de las articulaciones (sobre todo las de las extremidades) incluso en casos de recuperación de intervenciones quirúrgicas o caídas -causa común de traumatismos en este segmento de edad- tratándose de la continuación de las sesiones de rehabilitación efectuadas en las unidades de fisioterapia hospitalaria o ambulatoria.
Hay que señalar que algunos de los aparatos que se encuentran instalados en estas áreas de gimnasia de los parques son una copia de las utilizadas en esas salas de rehabilitación: rueda giratoria, escalera de dedos, etc.
Igualmente es altamente recomendable ese ejercicio físico moderado en enfermos con problemas degenerativos para evitar la pérdida de movilidad y psicomotricidad. Y para los que estén sanos es una buena manera de mantenerse en forma.
En las zonas de gimnasia de los parques urbanos y rurales encontraremos instalados aparatos para ejercicios de rehabilitación de hombros (rueda), espalda, piernas, brazos, para ejercicio de muñecas, escaleras de dedos, equilibrio, giro, estiramientos, etc. dependiendo únicamente del presupuesto invertido para hacer esa zona de gimnasia más o menos completa.